Sofía Chaparro, una policía de la Bonaerense, protagonizó una explosión en una conocida estación de GNC en Orán.
Sofía Chaparro, una policía de la Bonaerense, se ha negado a declarar y continuará detenida luego de que su auto, cargado con 20 kilos de cocaína, explotara en una estación de servicio de GNC en Orán. A pesar de llevar a sus tres hijos en el vehículo, estos milagrosamente resultaron ilesos.
El fiscal José Luis Benítez imputó a Chaparro por el delito de “transporte de estupefacientes, agravado por la calidad de funcionario público”. El juez federal de Garantías, Gustavo Montoya, respaldó la causa, permitiendo que la acusada permanezca en prisión por al menos 60 días.
Chaparro, sargento de la Policía de la provincia de Buenos Aires con carpeta médica, admitió su condición de funcionaria policial antes de la imputación. Según su versión, viajó a Salta para que sus hijos tuvieran contacto con su recientemente separado esposo, quien trabajaba en Colonia Santa Rosa.
A pesar de este relato, Chaparro se negó a declarar oficialmente después de la imputación. La Justicia sospecha que la cocaína fue traída desde Bolivia y que cruzó la frontera con la colaboración de un familiar vinculado a la Gendarmería.
El auto, propiedad compartida entre Chaparro y su expareja, contenía en su interior 20 kilos de cocaína ocultos dentro del tubo de gas, valuados en aproximadamente 80 mil dólares. Se secuestraron 5 teléfonos celulares del vehículo.
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