El Día Nacional de la Cerveza se celebra cada 31 de mayo en la Argentina en honor a una de las bebidas que más se consumen en el país. Esta fecha fue impulsada a través de las redes sociales y, con el paso del tiempo, fue adoptada por las cervecerías como una jornada especial.
A pesar de que se desconoce el origen certero de la fecha elegida, miles de personas la impulsaron en internet y la celebración comenzó a tener lugar en distintos puntos del país. De esta manera, muchos fanáticos de la bebida aprovechan la excusa para llenar su vaso y brindar.
En el plano internacional, este producto cuenta con una conmemoración a nivel mundial establecida para cada primer viernes de agosto, pero en el país se optó por dedicarle una jornada especial a fin de mayo para que los productores locales, las cervecerías artesanales y las fábricas celebren su día.
Si bien el vino y el fernet son dos bebidas con un fuerte impacto en el país, la cerveza no se queda atrás y cuenta con fuerte apoyo. Gracias a su variedad de estilos, colores y texturas, millones de paladares recurren a diario a una cerveza fría, a punto tal que, según detalló Cerveceros Argentinos, cada año se consumen más de 41 litros por persona.
Los orígenes de la cerveza
Los historiadores de distintas partes del mundo aseguran que los primeros desarrollos de las cervezas aparecieron entre los antiguos pueblos elamitas, egipcios y sumerios, por lo que su origen habría sido en la Mesopotamia del Medio Oriente entre el año 10.000 a.C. y 4.000 a.C.
Quienes inventaron su fórmula fueron los Babilonios, aunque lo hicieron de manera accidental al mezclar agua con diferentes cereales. Al notar la particular reacción, parecida a la fermentación que realizaban para fabricar pan, comenzaron a desarrollar su receta y crearon diferentes estilos de consumo a raíz de los cultivos de malta, trigo, centeno y sorgo.
La bebida adquirió tal popularidad que se extendió hacia otras regiones. Una vez que llegó a Egipto, fue bautizada como “zythum” y considerada como un alimento fundamental para los ciudadanos, muy considerada entre el pueblo y la clase obrera.
Luego de empezar a ser comercializada y generar alta demanda, se introdujeron nuevos ingredientes para economizar sus gastos. Así fue como apareció la espelta, el azafrán, el jengibre y la miel en las preparaciones.
Al llegar a Alemania y Bélgica, quienes comenzaron a producir esta bebida, la cebada fue adoptada como ingrediente principal, lo que llevó a la versión de la cerveza que más se consume en la actualidad. Ambos países la tomaron con un nuevo elemento fuerte de su cultura y con alto consumo en su sociedad.
Desembarco de la cerveza en la Argentina
Hacia finales del siglo XIX, la Argentina se destacaba por la producción vitivinícola y la cerveza era considerada un lujo en el país. No obstante, gracias a la ola migratoria que llegó desde Europa, la demanda creció y rápidamente las empresas extranjeras introdujeron la bebida al mercado.
La primera fábrica nacional fue de origen inglés en 1738, impulsada por Thomas Stuart y Thomas Wilson, quienes la llamaron “Zerveza”. Este local se encargaba de su producción y comercialización, así como también de la venta de insumos para los artesanos.
Más de un siglo después, hacia 1888, el empresario alemán Otto Bemberg fundó la Cervecería Quilmes. Durante ese período, el consumo creció exponencialmente y esta empresa logró extenderse en la población. Con el paso del tiempo, se convirtió en una de las marcas más importantes de todo el país y en un símbolo de las bebidas a nivel nacional.
Los distintos tipos de cervezas
La cerveza es una de las bebidas con mayor variedad de estilos y colores. El catálogo es amplio y cuenta con particularidades según sus distintos lugares de producción. No obstante, hay dos estilos de fermentación que engloban a casi todas las cervezas del mundo: Lager, de baja fermentación, y Ale, de alta fermentación.
Lager La clásica, típica del centro de Europa. “Lager” en alemán significa almacenar, una de las características de este tipo de cerveza, que pasan semanas de guarda a bajas temperaturas antes de poder ser consumidas. Algunos de los tipos más reconocidos son:
– Pilsen: nacida en la ciudad Checa de Plzen, estas cervezas son doradas, muy limpias de aspecto y con un ligero amargor. Suelen tener poca graduación alcohólica.
– Pale Lager: similares a las pilsen pero con menor presencia de lúpulo.
– American Lager: se les añade maíz y son las clásicas de Estados Unidos. Son más ligeras, claras y con menos contenido alcohólico que las lager tradicionales.
Ale Con el crecimiento de la cerveza artesanal comenzaron a tomar mayor lugar las cervezas ale. Su fermentación se produce a temperaturas altas y existen cientos de estilos distintos, entre ellos:
– IPA: la reina de las cervezas artesanales. Su origen está en las bebidas que enviaban los ingleses a la India, por lo que de allí tomó su nombre de Indian Pale Ale. Como le agregaban más lúpulo de lo habitual para que llegara hasta las colonias, tomaba mayor amargor.
– Pale Ale: debe su nombre a las maltas pálidas con las que empezó su elaboración. A partir de esta surgieron otros subestilos como la IPA o la APA.
– Porter y Stout: si bien no son el mismo estilo, muchos lo confunden. Las porter están relacionadas al puerto de Londes, son oscuras y de sabor intenso. Por otro lado, las stout son una versión más fuerte y con mayor graduación alcohólica. Ambos son muy consumidos en el Reino Unido.