El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó hoy a Occidente de haber orquestado la guerra de Ucrania para destruir a Rusia y animó al Ejército a pelear hasta la victoria, en un discurso en la Plaza Roja de Moscú por el aniversario del triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial.
“Hoy la civilización se encuentra una vez más en un punto de inflexión decisivo”, dijo Putin ante miles de soldados, políticos rusos y varios dirigentes de exrepúblicas soviéticas en el acto central para conmemorar la victoria sobre la Alemania nazi, en 1945, que incluyó un gran desfile militar.
“Se ha desatado una verdadera guerra contra nuestra Patria”, fruto de las “ambiciones indómitas, la arrogancia y la impunidad” de Occidente, agregó el presidente en el mes número 15 de la ofensiva rusa en Ucrania.
Horas antes, fuerzas rusas lanzaron una nueva andanada de misiles de crucero contra Ucrania, sin provocar víctimas ni daños importantes, dijeron autoridades.
La Fuerza Aérea de Ucrania dijo que las defensas aéreas destruyeron 23 de los 25 misiles disparados por Rusia, ocho de los cuales fueron lanzados desde portaaviones en el Mar Negro y 17 desde aviones estratégicos.
Putin ha enmarcado repetidamente la guerra en Ucrania como un conflicto indirecto con Occidente, en especial con Estados Unidos.
Su Gobierno sostiene que Occidente está utilizando a Ucrania como una herramienta para destruir a Rusia, reescribir su historia y aplastar sus valores tradicionales.
Putin elogió a los soldados que participaron en la guerra en Ucrania e instó a los rusos a permanecer unidos.
“Nuestros heroicos antepasados demostraron que no hay nada más fuerte, más poderoso y más confiable que nuestra unidad. No hay nada en el mundo más fuerte que nuestro amor por la patria”, dijo Putin.
Criticó a las “élites globalistas occidentales” que “insisten en su exclusividad, enfrentan a las personas entre sí, dividen a la sociedad y provocan conflictos y golpes sangrientos, siembran el odio, la rusofobia”.
¡Por Rusia, por nuestras valientes fuerzas armadas, por la victoria! ¡Hurra!”, clamó, antes de dar paso al desfile de miles de militares y blindados, informó la agencia de noticias AFP.
El desfile de este año pareció más corto y mucho más sencillo de lo habitual.
Solo unos 8.000 soldados marcharon en la Plaza Roja este año, el número más bajo desde 2008. Incluso el desfile en 2020, el año de la pandemia de coronavirus, contó con unos 13.000 soldados, y el año pasado participaron 11.000 soldados.
A diferencia de años anteriores, no hubo sobrevuelo de aviones militares y se exhibió menos equipo en el desfile. El evento duró menos de una hora.
Rusia también adoptó drásticas medidas de seguridad para las conmemoraciones.
Las autoridades restringieron el uso de drones y servicios de viajes compartidos en Moscú e incluso el de motos de agua en los canales de San Petersburgo, la segunda mayor ciudad de Rusia.
Según medios rusos, 24 ciudades cancelaron los desfiles militares del 9 de mayo, el elemento básico de las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia, por primera vez en años.
El reforzamiento de la seguridad llegó luego de que Rusia denunciara la semana pasada un número “sin precedentes” de acciones de sabotaje y dijera haber frustrado un ataque ucraniano con drones contra el Kremlin para matar a Putin.
Autoridades dijeron que los dos drones que quisieron atacar el Kremlin fueron enviados por Ucrania por órdenes de Estados Unidos y derribados sobre la sede del Gobierno en Moscú. Putin no se encontraba en el lugar, afirmó su vocero.
Además, varios depósitos de petróleo sufrieron ataques de drones en semanas recientes en ciudades cercanas a la frontera entre Rusia y Ucrania, que fueron atribuidos al Ejército ucraniano.
Ucrania negó haber estado detrás del ataque a Putin, y luego dijo que Rusia lo había armado. Por lo general, no hace comentarios sobre ataques en ciudades rusas, o los desmiente.
La lista de invitados a la Plaza Roja también fue reducida.
Inicialmente, se esperaba que solo un líder extranjero asistiera al desfile de este año: el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov. El año pasado, el primero de la invasión rusa de Ucrania, no había asistido ninguno.
Ayer, a último minuto, Rusia anunció que los líderes de Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán también iban a estar en Moscú.
En Ucrania, en tanto, los ataques con misiles rusos coincidieron con la llegada a Kiev de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE).
Ucrania está ansiosa por unirse a la Unión Europea, pero la membresía tiene muchos requisitos y aún está muy lejos. Ucrania también espera incorporarse a la OTAN, después de acercarse a la alianza militar occidental durante la guerra con Rusia.
En una nueva ayuda de un miembro de la OTAN, se esperaba que Estados Unidos anunciara hoy que proporcionará $ 1.2 mil millones más en ayuda militar a largo plazo a Ucrania para reforzar aún más sus defensas aéreas.
“Hoy la civilización se encuentra una vez más en un punto de inflexión decisivo”, dijo Putin ante miles de soldados, políticos rusos y varios dirigentes de exrepúblicas soviéticas en el acto central para conmemorar la victoria sobre la Alemania nazi, en 1945, que incluyó un gran desfile militar.
“Se ha desatado una verdadera guerra contra nuestra Patria”, fruto de las “ambiciones indómitas, la arrogancia y la impunidad” de Occidente, agregó el presidente en el mes número 15 de la ofensiva rusa en Ucrania.
Horas antes, fuerzas rusas lanzaron una nueva andanada de misiles de crucero contra Ucrania, sin provocar víctimas ni daños importantes, dijeron autoridades.
La Fuerza Aérea de Ucrania dijo que las defensas aéreas destruyeron 23 de los 25 misiles disparados por Rusia, ocho de los cuales fueron lanzados desde portaaviones en el Mar Negro y 17 desde aviones estratégicos.
Putin ha enmarcado repetidamente la guerra en Ucrania como un conflicto indirecto con Occidente, en especial con Estados Unidos.
Su Gobierno sostiene que Occidente está utilizando a Ucrania como una herramienta para destruir a Rusia, reescribir su historia y aplastar sus valores tradicionales.
Putin elogió a los soldados que participaron en la guerra en Ucrania e instó a los rusos a permanecer unidos.
“Nuestros heroicos antepasados demostraron que no hay nada más fuerte, más poderoso y más confiable que nuestra unidad. No hay nada en el mundo más fuerte que nuestro amor por la patria”, dijo Putin.
Criticó a las “élites globalistas occidentales” que “insisten en su exclusividad, enfrentan a las personas entre sí, dividen a la sociedad y provocan conflictos y golpes sangrientos, siembran el odio, la rusofobia”.
¡Por Rusia, por nuestras valientes fuerzas armadas, por la victoria! ¡Hurra!”, clamó, antes de dar paso al desfile de miles de militares y blindados, informó la agencia de noticias AFP.
El desfile de este año pareció más corto y mucho más sencillo de lo habitual.
Solo unos 8.000 soldados marcharon en la Plaza Roja este año, el número más bajo desde 2008. Incluso el desfile en 2020, el año de la pandemia de coronavirus, contó con unos 13.000 soldados, y el año pasado participaron 11.000 soldados.
A diferencia de años anteriores, no hubo sobrevuelo de aviones militares y se exhibió menos equipo en el desfile. El evento duró menos de una hora.
Rusia también adoptó drásticas medidas de seguridad para las conmemoraciones.
Las autoridades restringieron el uso de drones y servicios de viajes compartidos en Moscú e incluso el de motos de agua en los canales de San Petersburgo, la segunda mayor ciudad de Rusia.
Según medios rusos, 24 ciudades cancelaron los desfiles militares del 9 de mayo, el elemento básico de las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia, por primera vez en años.
El reforzamiento de la seguridad llegó luego de que Rusia denunciara la semana pasada un número “sin precedentes” de acciones de sabotaje y dijera haber frustrado un ataque ucraniano con drones contra el Kremlin para matar a Putin.
Autoridades dijeron que los dos drones que quisieron atacar el Kremlin fueron enviados por Ucrania por órdenes de Estados Unidos y derribados sobre la sede del Gobierno en Moscú. Putin no se encontraba en el lugar, afirmó su vocero.
Además, varios depósitos de petróleo sufrieron ataques de drones en semanas recientes en ciudades cercanas a la frontera entre Rusia y Ucrania, que fueron atribuidos al Ejército ucraniano.
Ucrania negó haber estado detrás del ataque a Putin, y luego dijo que Rusia lo había armado. Por lo general, no hace comentarios sobre ataques en ciudades rusas, o los desmiente.
La lista de invitados a la Plaza Roja también fue reducida.
Inicialmente, se esperaba que solo un líder extranjero asistiera al desfile de este año: el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov. El año pasado, el primero de la invasión rusa de Ucrania, no había asistido ninguno.
Ayer, a último minuto, Rusia anunció que los líderes de Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán también iban a estar en Moscú.
En Ucrania, en tanto, los ataques con misiles rusos coincidieron con la llegada a Kiev de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE).
Ucrania está ansiosa por unirse a la Unión Europea, pero la membresía tiene muchos requisitos y aún está muy lejos. Ucrania también espera incorporarse a la OTAN, después de acercarse a la alianza militar occidental durante la guerra con Rusia.
En una nueva ayuda de un miembro de la OTAN, se esperaba que Estados Unidos anunciara hoy que proporcionará $ 1.2 mil millones más en ayuda militar a largo plazo a Ucrania para reforzar aún más sus defensas aéreas.