La actividad económica mostró un comportamiento irregular en el primer semestre de 2025. Luego del repunte iniciado a mediados del año pasado, marzo marcó una fuerte caída, abril un rebote y mayo volvió a registrar una leve contracción, según estimaciones privadas.
En este marco de inestabilidad, el Gobierno nacional mantiene su expectativa de crecimiento: proyecta una expansión del Producto Bruto Interno (PBI) del 5,5% en el año electoral, por encima del 5% previsto por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.
El anticipo del Presupuesto 2026 estima mejoras en todos los sectores. En particular, el agro crecería 2,1% gracias a una buena campaña de soja, mientras que la industria y el comercio aportarían subas de 5,3% y 7,6%, respectivamente.
También se proyecta un aumento generalizado de la demanda interna: el consumo privado treparía 7,2%, el público 5%, la inversión 22,7% y las exportaciones 3,7%, aunque también crecerían las importaciones, con un alza estimada del 25,2%.
Sin embargo, algunos factores ensombrecen este panorama. El endurecimiento del crédito ya empieza a impactar en los niveles de morosidad bancaria, según advierten consultoras como LCG. La suba de la tasa de interés y la caída del poder adquisitivo de los salarios en términos reales podrían desacelerar el consumo en los próximos meses, lo que limitaría el efecto de la recuperación.
Los datos sectoriales anticipados para mayo muestran un freno en el repunte. Analytica estimó una contracción del 0,5% mensual en su Índice Líder de Actividad y aclaró que aún no puede hablarse de crecimiento económico, sino de una recuperación parcial tras la recesión que comenzó en 2022. Equilibra, por su parte, proyectó una mejora interanual del 5% en mayo, pero con una caída mensual del 0,3%, reflejando una pérdida de impulso.
El Estudio Orlando Ferreres también advirtió sobre esa dualidad: una suba interanual del 4,1% en mayo, pero una caída mensual del 0,2%. A nivel acumulado, la actividad creció 4,5% interanual en los primeros cinco meses del año, con un fuerte protagonismo del agro (+21,7%), mientras que sectores clave como la construcción continúan en baja. Aunque el balance semestral arroja cifras positivas, la economía aún navega un sendero frágil y dependiente de estímulos puntuales.
Con información de Infobae.
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