La abogada Especialista en Derecho de las Familias, Sonia Seba, se refirió al compromiso del Estado nacional de respetar la opinión de los niños, niñas y adolescentes en proporción a su grado de desarrollo.
La abogada Especialista en Derecho de las Familias, Sonia Seba, habló con Radio Provincia del Chaco sobre el proyecto de Ley 3.000/22 que establece la creación de un Registro de Obstructores de Vínculos Familiares. Se trata de una propuesta legislativa presentada por Élida Cuesta que consiste en la revinculación forzada de niños y niñas con familiares, sin tener en cuenta la opinión de las infancias que en ocasiones viven situaciones de abuso y maltrato que estos parientes.
La abogada manifestó que el Estado argentino tiene un compromiso, a partir de tratados internacionales, de proteger a las infancias y darles participación en proporción a su grado de desarrollo y de poder expresar su opinión.
Según la iniciativa legislativa, “se entiende por obstructores a toda persona que, gozando del cuidado de niñas, niños y adolescentes, impide la comunicación y el vínculo con el otro progenitor y sus familiares habiendo un régimen de comunicación homologado judicialmente.” En este sentido, Seba aclaró que consiste en un mecanismo legal que se vuelve una herramienta estigmatizadora y patologizante, que permitirá “que algunos regímenes impuestos por la justicia no puedan ser efectivizados”.
La abogada de Familia reiteró que los niñas, niños y adolescentes “tienen que participar” y se deben respetar sus opiniones. “Cuando hay que ponderar los derechos de personas menores o de adultos, debe priorizar el de niños, niñas y adolescentes”, expresó y añadió que existen las “medidas razonables” que se debe evaluar en cada caso.
“Espero que los diputados y diputadas lo analicen con seriedad e integralidad, teniendo en cuenta la Convención Internacional de los Derechos del Niño y el trabajo intenso que se viene haciendo para la prevención de abusos y maltratos a niños y niñas”, dijo la abogada.
Además recordó que en las últimas semanas Chaco adhirió a la Ley Lucio y dijo que “es contradictorio ahora hablar de un registro para inscribir situaciones sin una finalidad y desde una mirada adultocéntrica”.
La abogada Especialista en Derecho de las Familias, Sonia Seba, habló con Radio Provincia del Chaco sobre el proyecto de Ley 3.000/22 que establece la creación de un Registro de Obstructores de Vínculos Familiares. Se trata de una propuesta legislativa presentada por Élida Cuesta que consiste en la revinculación forzada de niños y niñas con familiares, sin tener en cuenta la opinión de las infancias que en ocasiones viven situaciones de abuso y maltrato que estos parientes.
La abogada manifestó que el Estado argentino tiene un compromiso, a partir de tratados internacionales, de proteger a las infancias y darles participación en proporción a su grado de desarrollo y de poder expresar su opinión.
Según la iniciativa legislativa, “se entiende por obstructores a toda persona que, gozando del cuidado de niñas, niños y adolescentes, impide la comunicación y el vínculo con el otro progenitor y sus familiares habiendo un régimen de comunicación homologado judicialmente.” En este sentido, Seba aclaró que consiste en un mecanismo legal que se vuelve una herramienta estigmatizadora y patologizante, que permitirá “que algunos regímenes impuestos por la justicia no puedan ser efectivizados”.
La abogada de Familia reiteró que los niñas, niños y adolescentes “tienen que participar” y se deben respetar sus opiniones. “Cuando hay que ponderar los derechos de personas menores o de adultos, debe priorizar el de niños, niñas y adolescentes”, expresó y añadió que existen las “medidas razonables” que se debe evaluar en cada caso.
“Espero que los diputados y diputadas lo analicen con seriedad e integralidad, teniendo en cuenta la Convención Internacional de los Derechos del Niño y el trabajo intenso que se viene haciendo para la prevención de abusos y maltratos a niños y niñas”, dijo la abogada.
Además recordó que en las últimas semanas Chaco adhirió a la Ley Lucio y dijo que “es contradictorio ahora hablar de un registro para inscribir situaciones sin una finalidad y desde una mirada adultocéntrica”.