La gran mayoría del empresariado asiste con regocijo a la política económica del gobierno de La Libertad Avanza, sin embargo, no pierde oportunidad de marcar la cancha y renovar el reclamo por reformas todavía más profundas que las que se vienen implementando desde diciembre de 2023, con un impacto social difícil de asimilar.
Esta semana el pronunciamiento más claro fue el de la cámara que representa los intereses de las empresas estadounidenses que operan en la Argentina, AmCham.
En la apertura del AmCham Summit 2025, Facundo Gómez Minujín, su presidente saliente, planteó que el país debe avanzar en una agenda de competitividad. Destacó la “estabilidad macroeconómica” y las políticas que implementa el Ejecutivo para abordar la inflación, el equilibrio fiscal y los problemas del mercado cambiario.
Pero Gómez Minujín remarcó que la meta de la competitividad “exige una profunda reforma del sistema tributario”, a la par de otras en el plano laboral, en la educación, en relación con la infraestructura y la calidad de las instituciones.
La posición del dirigente indica que para una parte muy influyente del empresariado, no alcanza con los beneficios que viene recibiendo desde que se empezó a desarrollar el proyecto libertario: “No hay inversión sin seguridad jurídica, no hay innovación sin reglas claras, no hay desarrollo con inestabilidad regulatoria ni con burocracia excesiva” fue una de las frases más duras al respecto.
En realidad, la agenda de la AmCham es común al resto de las entidades que representan a las empresas, aunque hay sectores muy enfáticamente alineados.
Por caso, la Cámara de Comercio (CAC) comunicó su acompañamiento a las medidas desregulatorias que el gobierno anunció el jueves con el nombre de Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos.
Los mercantiles apuestan al impacto que puede tener la medida en la inversión pero también en el consumo, un tema en el que el gobierno deposita buena parte de sus expectativas electorales para el resto del año.
En una línea similar, el presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, Manuel Tagle, fue anfitrión del ministro de Economía, Luis Caputo, en un evento en el que calificó el recorrido económico de Milei y Caputo como asombroso y hasta se reivindicó como parte empresarial de la llamada “batalla cultural”.
En la misma provincia, sin embargo, la Fundación Mediterránea se posicionó en sintonía con las empresas estadounidenses, con un reconocimiento a la política cambiaria, pero también con una advertencia sobre el impacto que podría generar en el plan oficial la falta de las reformas económicas en un contexto mundial “incierto” y en un marco de “distorsiones internas”. «