Después de permanecer varias semanas cerrados por una causa judicial que involucra a Jorge Castillo, dos de los tres predios que conforman el histórico complejo ferial “La Salada”, ubicado en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, volvieron a abrir sus puertas este lunes 16 de junio. Se trata de los espacios Urkupiña y Ocean, que reanudaron sus actividades comerciales bajo nuevas condiciones impuestas por la Justicia.
La feria había sido clausurada en el marco de una investigación por presunta evasión fiscal, asociación ilícita, lavado de dinero y violación a la ley de marcas. Durante el cierre, se sucedieron protestas y reclamos por parte de comerciantes y trabajadores, quienes pedían poder volver a sus puestos de trabajo.
El pasado sábado 14 de junio, las autoridades de los predios informaron la reapertura mediante un comunicado en redes sociales. “Tenemos el agrado de informarles que se levantó la clausura preventiva y nos hicieron entrega del predio”, expresaron desde Urkupiña, y detallaron que se realizarían tareas de limpieza y mantenimiento para acondicionar las instalaciones.
Las ferias reanudaron su actividad desde las 7 de la mañana del lunes, respetando los días y horarios habituales de funcionamiento. Sin embargo, la reapertura no fue total: Punta Mogote, el tercer predio que integra el complejo, también obtuvo la autorización judicial para reabrir, pero sus administradores aún no anunciaron cuándo lo harán efectivo.
Requisitos para retomar la actividad
La Justicia impuso una serie de requisitos que los comerciantes deberán cumplir para poder retomar sus actividades. Entre ellos, se establece que cada titular de puesto debe presentar la constancia impresa de inscripción ante la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) o el organismo correspondiente, y los empleados deben estar debidamente registrados.
Asimismo, será obligatorio emitir comprobantes de venta, tanto en operaciones al por mayor como al por menor. En el caso de puestos alquilados, los inquilinos deberán exhibir el contrato correspondiente, la constancia de procedencia de la mercadería y también facturar sus operaciones de forma regular.
Otro de los puntos destacados es la incorporación de sistemas bancarizados para el cobro en los predios, como parte de las medidas para garantizar la trazabilidad de las transacciones comerciales. En tanto, las sociedades que administran los espacios tendrán un plazo de 90 días para designar nuevas autoridades y así avanzar en la regularización institucional.
Estas exigencias, que alcanzan a los tres predios del complejo, fueron establecidas por el juez federal Luis Armella, quien lleva adelante la investigación. Según la causa, parte de las actividades que se realizaban en La Salada estarían vinculadas a maniobras de lavado de dinero, evasión de impuestos y comercio ilegal.
Por ahora, tanto en Urkupiña como en Ocean, la actividad volvió a tomar ritmo. Sin embargo, desde distintos sectores, tanto judiciales como de fiscalización, seguirán de cerca el cumplimiento de las nuevas condiciones de funcionamiento. Las autoridades remarcaron que habrá inspecciones frecuentes y que cualquier incumplimiento podría derivar en nuevas sanciones.
La causa continúa su curso y aún no se descarta la posibilidad de que surjan nuevas imputaciones. Mientras tanto, miles de comerciantes y trabajadores celebran la posibilidad de regresar a sus fuentes de ingreso, aunque esta vez bajo un marco regulatorio mucho más estricto que el vigente antes del operativo judicial.
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