El 52,7% de las niñas y los niños en Argentina vivía en situación de pobreza monetaria al cierre de 2024, según un informe reciente de UNICEF. El dato representa una caída significativa respecto al 67% registrado en el primer semestre del mismo año y al 58,5% del segundo semestre de 2023. En términos absolutos, 1,7 millones de menores salieron de la pobreza entre la primera y la segunda mitad del año pasado.
La mejora está vinculada a una recuperación parcial de los ingresos reales de los hogares, al impacto de las transferencias monetarias y a una desaceleración inflacionaria.
De hecho, UNICEF destaca que sin políticas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), la pobreza extrema infantil habría sido 10 puntos porcentuales más alta. El incremento real de estas transferencias fue del 4% en 2024 y del 16% en lo que va de 2025, mientras que el presupuesto nacional para la niñez creció un 15% en los primeros meses de este año, impulsado por el aumento de la AUH.
Sin embargo, la mejora en los ingresos no alcanzó a todos por igual. El informe advierte que la pobreza infantil golpea con más fuerza en hogares con baja escolaridad del jefe o jefa de hogar, inserción laboral informal o en barrios populares.
En estos casos, la incidencia de la pobreza puede llegar al 80%. También es elevada en hogares monoparentales encabezados por mujeres, donde alcanza al 60%.
Además, UNICEF alerta sobre recortes presupuestarios en áreas clave para el desarrollo infantil. En los primeros meses de 2025, la inversión en becas escolares cayó un 35%, el presupuesto en salud infantil retrocedió un 21% y el Plan Nacional de Primera Infancia perdió la mitad de sus recursos. Estas áreas, según el organismo, son fundamentales para consolidar derechos a largo plazo y superar privaciones estructurales que no dependen directamente del ingreso.
Por último, el informe pone el foco en las privaciones no monetarias —como acceso a educación, salud, vivienda digna y protección social— que muestran poca variación en el tiempo y requieren políticas públicas sostenidas. UNICEF concluye que es necesario avanzar en un análisis más profundo y federal del gasto público destinado a la infancia para garantizar no solo ingresos, sino también igualdad de oportunidades y condiciones de vida dignas para todos los niños y niñas del país.
Con información de Infobae.
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