El invierno está por comenzar en el hemisferio sur y lo hará de forma oficial con un evento astronómico: el solsticio de invierno, que este año ocurrirá el viernes 20 de junio a las 23.42, según informó el Servicio de Hidrografía Naval (SHN).
Este fenómeno marcará el inicio formal de la estación más fría del año y se caracteriza por tener el día más corto y la noche más larga del calendario. Desde el punto de vista astronómico, ese instante coincide con el momento exacto en que el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo, reduciendo al mínimo la cantidad de horas de luz solar disponibles en la jornada.
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El origen del evento está en uno de los rasgos más importantes de nuestro planeta: su inclinación axial. La Tierra está inclinada 23,44° respecto a su órbita, lo que genera las estaciones del año. Si no tuviera inclinación, no existirían ni inviernos ni veranos, y el Sol alumbraría de forma constante el ecuador terrestre.
Durante el solsticio de junio, esa inclinación hace que el hemisferio norte reciba más luz solar, mientras que el hemisferio sur quede menos expuesto, generando días más breves y temperaturas más bajas.
Qué significa “solsticio”
El término proviene del latín solstitium, que se traduce como “Sol quieto”. Se refiere al punto en el que el astro parece detenerse en su recorrido diario por el cielo, antes de cambiar de dirección. En junio, este punto ocurre sobre el Trópico de Cáncer, provocando el día más largo del año en el norte y el más corto en el sur.
Aunque suele repetirse en fechas similares, el solsticio no ocurre exactamente el mismo día cada año. Esto se debe a la diferencia entre el calendario civil (gregoriano) y el año trópico, el tiempo real que tarda la Tierra en completar una órbita alrededor del Sol, que es de 365 días, 5 horas y 49 minutos. Para compensar este desajuste, se agregan años bisiestos y otros ajustes periódicos que ayudan a mantener sincronizado el calendario con los ciclos celestes.
El impacto que tendrá
En países del hemisferio sur como Argentina, Chile, Uruguay o Paraguay, el solsticio de junio marca la fecha con menos horas de luz natural. Desde el 21 de junio en adelante, los días comenzarán a alargarse gradualmente hasta alcanzar su punto máximo en diciembre, durante el solsticio de verano.
Más allá de su impacto astronómico, el solsticio tiene un fuerte componente cultural y simbólico en muchas regiones del mundo, donde se celebra como un punto de inflexión en el calendario.
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