La reciente aprobación de dos proyectos en el Senado que benefician a las provincias reactivó la tensión política en el Congreso. Ambas iniciativas —una que propone la distribución diaria y automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y otra que modifica el reparto del impuesto a los combustibles— fueron avaladas por una mayoría transversal y ahora aguardan tratamiento en la Cámara de Diputados.
El oficialismo, que no logró bloquear el avance en la Cámara Alta, se prepara para dar batalla en Diputados, donde tiene una correlación de fuerzas más favorable. Pero la oposición analiza forzar una sesión especial el 30 de julio para tratar estos y otros temas sensibles para el Ejecutivo.
Las dos propuestas legislativas que hoy están en la mira del Gobierno podrían redefinir la forma en que la Nación transfiere recursos a las provincias. La primera busca garantizar que los ATN lleguen en forma diaria y automática, sin discrecionalidad política. La segunda, en tanto, elimina fideicomisos y propone que el impuesto a los combustibles se distribuya conforme a la ley de Coparticipación Federal.
Ambos proyectos fueron aprobados con 56 votos a favor y solo uno en contra. Los senadores oficialistas se retiraron antes de la votación, y algunos legisladores de provincias clave estuvieron ausentes. Ahora, todo se juega en Diputados, donde el margen de error es mínimo y las negociaciones serán determinantes.
El Gobierno gana tiempo y retrasa los vetos
En paralelo, el Poder Ejecutivo dilata los vetos a otras leyes aprobadas por el Congreso, como el aumento a los jubilados, la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. Si bien el Presidente ratificó que no promulgará ninguna norma que comprometa el superávit, el Gobierno aprovecha el plazo legal para ganar tiempo y tejer acuerdos en la Cámara Baja.
La apuesta es clara: asegurar los 86 votos necesarios para sostener los vetos. La oposición, por su parte, necesita reunir 172, una meta compleja en un escenario fragmentado. Las negociaciones incluyen no solo votos afirmativos, sino también ausencias y abstenciones calculadas.
Indefiniciones que preocupan
Uno de los focos de incertidumbre para el oficialismo es el comportamiento del PRO, dividido entre sectores que respaldan al Gobierno y otros que responden a Mauricio Macri. En votaciones anteriores, el bloque mostró fisuras que podrían repetirse en los debates que vienen.
La falta de cohesión interna también alcanza a La Libertad Avanza, donde conviven distintas líneas de conducción. Mientras algunos espacios buscan sostener una postura intransigente, otros ya iniciaron contactos informales con referentes provinciales para contener el avance opositor.
Diputados bajo la lupa
En Diputados, la comisión de Presupuesto sigue sin tratar los proyectos aprobados por el Senado. Su presidente, José Luis Espert, aún no habilitó el debate, pero la oposición podría forzarlo mediante un emplazamiento. Además, planean incluir en la sesión del 30 de julio el financiamiento a universidades y la emergencia del Hospital Garrahan, otras dos iniciativas que incomodan al Ejecutivo.
El giro de los textos desde el Senado también está en duda. La vicepresidenta Victoria Villarruel no los ha remitido aún, y desde el oficialismo se cuestiona la legalidad de la sesión en la que se aprobaron, lo que suma un nuevo capítulo al conflicto institucional.
Un posible escenario de negociación informal
Con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte, el Gobierno explora vías menos confrontativas para contener la presión de las provincias, sin ceder en su plan de ajuste fiscal.
Aunque no está previsto un encuentro formal entre Nación y provincias, crecen las versiones sobre posibles diálogos en la Exposición Rural que comienza esta semana. Allí fueron invitados todos los gobernadores y podría darse un acercamiento fuera del radar mediático.
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