El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona quedó envuelto en un escándalo judicial sin precedentes, tras la difusión del primer capítulo de un documental protagonizado por la jueza Julieta Makintach, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro.
El material audiovisual, titulado Justicia Divina, fue presentado por la Fiscalía durante una audiencia, lo que derivó en la inmediata recusación de la magistrada y puso en jaque la continuidad del proceso.
El video, de siete minutos de duración, inicia con una voz en off masculina que establece el contexto: “San Isidro. Día cero del juicio a Diego Armando Maradona. Cayó en este juzgado. Las cosas suceden de forma misteriosa. Y lo que podría haber sido de una manera, generalmente no sucede”.
A continuación, se presentan imágenes de la jueza Makintach preparándose en su domicilio para asistir a la primera audiencia del juicio, intercaladas con escenas del barrio de San Isidro y referencias a su historia y características sociales.
El documental también incluye el audio del llamado al 911 realizado por el neurocirujano Leopoldo Luque, principal acusado en la causa, alertando sobre la muerte de Maradona en su residencia de Tigre. Se suceden recortes de medios nacionales e internacionales que informan sobre el fallecimiento del astro argentino, así como imágenes del velatorio en la Casa Rosada y manifestaciones de dolor en diversas partes del mundo.
En una entrevista incluida en el video, la jueza Makintach expresa: “Soy Julieta Makintach. Soy jueza que interviene en el juicio oral y público por la muerte de Diego Armando Maradona. Me pareció que este juicio merecía que el Poder Judicial le rindiera cuentas de su trabajo”. Estas declaraciones, junto con la producción del documental sin autorización de las partes involucradas, generaron fuertes cuestionamientos sobre la imparcialidad de la magistrada.
Durante la audiencia, el fiscal Patricio Ferrari calificó la situación como “una sobreactuación permanente” por parte de Makintach, señalando que “en todo momento ofició de actriz y no de jueza”. Tras la presentación del material, todas las partes, incluidas las defensas y las querellas, apoyaron la recusación de la jueza, quien finalmente aceptó su apartamiento del proceso.
El juicio, que comenzó el 11 de marzo y ya ha contado con más de 40 testigos, incluidas las hijas de Maradona, se encuentra ahora en suspenso. El tribunal deberá decidir en los próximos días si el proceso continúa con un nuevo juez, se retrotrae a instancias anteriores o se anula por completo. La controversia ha generado una profunda crisis en el sistema judicial y pone en duda la transparencia y legitimidad del juicio por la muerte de uno de los ídolos más grandes del fútbol mundial.
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