El dato de inflación de mayo, difundido esta semana por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), sorprendió al mercado con una variación mensual del 1,5%, la más baja en más de dos años.
Pero más allá del número general, el dato que captó la atención de los economistas fue la fuerte desaceleración de la inflación núcleo —aquella que excluye precios regulados y estacionales—, que se ubicó en 2,2%, marcando una caída de un punto porcentual respecto de abril.
“La inflación núcleo es clave porque muestra la tendencia de fondo. Este dato es alentador y confirma que la desinflación viene bien encaminada”, evaluó el economista Miguel Kiguel, director de Econviews.
A su vez, Diego Martínez Burzaco, de Inviu, destacó que el índice incluso fue más bajo que las estimaciones privadas y que los bienes esenciales, como alimentos y bebidas, subieron menos que el promedio. “Eso impacta directamente en el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables“, subrayó.
Desde la consultora EcoGo, Sebastián Menescaldi también valoró la caída del índice núcleo: “Venía por encima del 3% los meses anteriores. Ahora, con una inflación más cerca del 2%, se consolida una mejora sostenida, en un contexto de estabilidad cambiaria y precios regulados más contenidos”.
Opinión que fue respaldada por Damián Vlassich, de InvertirOnline, quien resaltó la incidencia positiva de la baja en estacionales como frutas y verduras, además de una menor presión desde el transporte y los combustibles.
Para Osvaldo Del Río, director de Scentia, el alivio se sintió con más fuerza en los productos básicos de consumo masivo. Según sus mediciones, la suba en alimentos envasados fue incluso menor al 0,5%, lo que refuerza el efecto de contención sobre la canasta familiar.
La consultora LCG, por su parte, proyectó que, si esta tendencia se mantiene, la inflación anual podría ubicarse en torno al 30% a diciembre. “El gobierno parece haber logrado reencauzar las expectativas tras el freno de marzo, en un contexto de menor intervención cambiaria y con precios regulados bajo control”, señalaron.
Aunque los analistas destacan la señal positiva del dato de mayo, también advierten que será clave seguir monitoreando los precios de servicios y salarios, que aún muestran cierta inercia. El consenso, sin embargo, es que la inflación atraviesa una fase de descompresión más firme y sostenida, abriendo espacio para mejores perspectivas macroeconómicas de corto plazo.
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