El caso que conmociona a Sáenz Peña y La Tigra tuvo este lunes un giro clave: la fiscalía imputó por femicidio a los dos hombres detenidos por el crimen de Leonela Giménez, la joven de 24 años hallada muerta con un disparo en el pecho. Además, se recuperó su celular, que estaba sumergido en un zanjón, y su hallazgo refuerza la acusación contra los sospechosos.
Los imputados son Emanuel Giacone, comerciante, y Cristian Almeida, vendedor de autos. El fiscal Gustavo Valero, a cargo de la investigación, les atribuyó el delito de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por mediar violencia de género, aunque ambos se abstuvieron de declarar hasta ahora.
El celular, pieza clave
El teléfono de Leonela fue hallado este lunes por la mañana durante un rastrillaje realizado en el kilómetro 1111 de la Ruta Nacional 95, justo frente al zoológico municipal de Sáenz Peña, en el acceso al barrio San Cayetano.
Según detalló el comisario Darío Romero, jefe del Departamento de Estrategias, el dispositivo fue encontrado en una alcantarilla de hasta 90 centímetros de profundidad, y coincide con las características del celular que usaba la joven. “Tiene carcasa celeste. Trabajamos con bomberos, investigadores y el gabinete científico judicial”, explicó.
El operativo se llevó a cabo tras analizar imágenes de cámaras de seguridad que muestran a uno de los acusados deteniéndose en ese lugar el día del crimen, bajando del vehículo y haciendo movimientos sospechosos. “Uno de los detenidos había dicho que no salió de la ciudad, pero las cámaras lo ubican claramente en la zona del hallazgo. Esa versión se cayó por completo”, confirmó Romero.
Qué dicen las partes
Los dos detenidos designaron abogados defensores: Miguel Lukach representa a Giacone, y César López a Almeida. Ambos sostienen que sus defendidos no tienen relación directa con el crimen y que fueron demorados solo por haber sido las últimas personas que vieron con vida a la joven.
“No hay pruebas concretas que vinculen a Almeida con el hecho. La imputación formal se hará cuando tengamos acceso completo al expediente”, dijo López. En la misma línea, Lukach planteó que “a Giacone lo detuvieron solo porque supuestamente fue el último que la vio con vida, pero no hay ningún elemento que lo incrimine directamente”.
Por su parte, la abogada Adriana Molina se presentó como querellante en representación de la familia de Leonela. Adelantó que pedirá el cambio formal de carátula a femicidio, en línea con la imputación dictada por el fiscal.
Lo que se sabe hasta ahora
Leonela Giménez fue hallada sin vida el sábado 28 de junio por la mañana en un camino rural de difícil acceso, a unos kilómetros de La Tigra. Su cuerpo presentaba un disparo en el pecho. Al momento de ser requisado, uno de los detenidos tenía una bala en el bolsillo, y la policía aún no logró localizar el arma homicida.
Con el hallazgo del celular, los investigadores buscan ahora recuperar los datos almacenados para reconstruir los últimos movimientos de la joven y su entorno. El teléfono se encuentra bajo resguardo judicial y será peritado en las próximas horas.
Una causa que recién comienza
Si bien los abogados defensores aseguran que la causa está en una etapa “muy preliminar”, desde la fiscalía consideran que las cámaras, el celular y las contradicciones en los relatos son pruebas que fortalecen la hipótesis del femicidio.
Se espera que esta semana ambos imputados presten declaración indagatoria ante el fiscal Valero. La querella ya trabaja en reunir más elementos para sostener la acusación con perspectiva de género.
El caso genera una fuerte conmoción en la comunidad y será seguido de cerca por organizaciones sociales y colectivos feministas que reclaman Justicia por Leonela.